Con el objetivo de determinar la relación y el impacto del trabajo infantil migrante y la migración, expertos en el tema de Centroamérica y México se reúnen en nuestro país para aprobar acciones y establecer una agenda conjunta para que las naciones involucradas en dicha situación puedan afrontarla.
El foro “Fronteras, trabajo y niñez”, que es coordinado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y cuenta con la participación del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), se extenderá hasta el viernes.
Carmen Moreno, directora de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana, comentó que el trabajo infantil tiene diferentes expresiones y una de ellas es su vinculación con la migración, aspecto que por años ha estado poco visibilizado.
Comentó que a nivel centroamericano el trabajo infantil afecta a 2 millones de niños y adolescentes, mientras que en México el número de afectados llega a 2,5 millones.
“Niños que migran a veces solos, niños que migran con sus padres pero que ni los padres ni los niños ven cubiertas sus aspiraciones y caen en explotación laboral, en explotación sexual con fines comerciales, en maras y en redes organizadas.
Lo que se trata es de analizar y profundizar el conocimiento de esos procesos para poder tomar decisiones e implementar políticas que permitan frenar esa situación que reproduce el trabajo infantil y que reproduce la migración, reproduce la pobreza e impide el desarrollo de los países”, declaró Moreno.
Al respecto Carlos Alvarado, ministro de Trabajo, aseguró que “es de suma importancia tener una imagen clara de la realidad que viven los países de la región en cuanto al flagelo del trabajo infantil. Solo teniendo una imagen más cercana a la realidad podremos articular entre los países que hoy estamos acá representados de manera que la región esté cada vez más libre de trabajo infantil y sus peores formas”.
Águeda Marín, asesora para Centroamérica, Caribe y Norteamérica de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), comentó que en 2014 se identificaron niños y adolescentes que migraron en el istmo centroamericano y en el sur de los Estados Unidos.
“Lo que nos damos cuenta como OIM es que las cifras no necesariamente han disminuido, puede que hayan cambiado las rutas; lo que sí hemos visto es que la intercepción no necesariamente se está dando al norte sino que al sur.
Por ejemplo, en el caso de El Salvador de enero a junio de este año tenemos una cifra de 50 niños y adolescentes retornados desde los Estados Unidos y 3.100 de México. Algo está pasando, la respuesta no está siendo efectiva porque los niños y adolescentes siguen migrando”, aseguró.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
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Jueves 28 Julio, 2016
HORA: 12:00 AM
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