Este lunes 25 de julio, día de la Anexión del Partido de Nicoya, a las 7:22 a.m. el volcán Turrialba despertó a propios y extraños con una de las erupciones más grandes hasta la fecha, alcanzando 3 mil metros de altura.
Fue acompañada por la expulsión de material incandescente. De hecho, este domingo a las 6 p.m. la señal sísmica de tremor volcánico mostraba un incremento en la amplitud, pero no se observaba la emisión de cenizas.
Sin embargo horas más tarde hubo dos erupciones de cenizas, gas y fragmentos de roca muy calientes (balístico), ocurridas a las 9:23 p.m. y las 10:17 p.m.
A partir de las 11 p.m. el tremor volcánico se incrementó sustancialmente y la amplitud de la señal era acompañada por una erupción continua pero pasiva de ceniza, gases y aerosoles, culminando con la explosión ocurrida la mañana de este 25 de julio.
VIENTOS TRAJERON CENIZA A CAPITAL
Los vientos predominantes al momento de la erupción dispersaron los gases y las cenizas en dirección noroeste-suroeste hacia los volcanes Barva y Poás, así como el Valle Central en general, y el norte-noroeste de Cartago.
Cabe señalar que el material balístico incandescente está formado por fragmentos de roca a elevada temperatura (100° C o más) expulsado violentamente por una erupción que puede viajar en el aire entre 300 y 500 kilómetros por hora.
Aunque su alcance depende de la magnitud de la erupción, difícilmente los balísticos caen más allá de los 10 kilómetros. Los eventos de las últimas horas lanzaron fragmentos de rocas incandescentes en las cercanías del cráter activo.
Por la velocidad y la fuerza con que caen y por sus elevadas temperaturas, los balísticos constituyen un gran peligro para las personas y animales, infraestructura, fauna y flora locales, que fueron dañadas en una gran cantidad.
PERIODISTA: Alexander Méndez
EMAIL: [email protected]
Martes 26 Julio, 2016
HORA: 12:00 AM