La varita mágica de la congestión vial
Lic. Luis Gerardo Fallas Acosta*
No existe una varita mágica para solucionar la congestión vial. No existe un solo país en el mundo que pueda decir que carece de presas en sus principales ciudades; sin embargo existen experiencias de lugares que han logrado paliar este mal, a partir de medidas compuestas o integradas.
Causas. La lista no es limitada, pero las principales causas de la congestión están ligadas a un problema de planificación urbana. Ciudades como San José nunca se planificaron pensando en soportar el ingreso de cerca de 300 mil vehículos y cerca de 20 mil autobuses diariamente. Además el crecimiento de la población se duplicó en los últimos 35 años, pasando de 2.300.000 en 1980 a 4.700.000 para 2014 aproximadamente. Costa Rica es el país de Centroamérica con más vehículos, para el año 2011 registró 188 por cada 1.000 habitantes, lo que lo sitúa en “el sexto lugar a nivel latinoamericano con más vehículos, superando la tasa de América Latina y el Caribe y la de todo el mundo, según la base de datos del Banco Mundial”. Este fenómeno ha sido incentivado por las facilidades para acceder a los vehículos que generan las agencias de venta y los bancos.
Entonces tenemos carreteras diseñadas hace 40 o 50 años, un importante crecimiento de la población, gran cantidad de vehículos y un desarrollo vial que camina al ritmo del puente de la platina. Siete medidas para paliar la congestión.
Cultura vial. La más compleja. Debería fortalecerse en los programas escolares este tema para intentar un cambio generacional. Todos apreciamos la independencia que crea el vehículo particular y todos queremos tener uno. Las presas se agravan con aquellos conductores que hacen el tercer carril, la falta de cortesía y muchos etcéteras.
Infraestructura vial. Una verdad demostrada en todo el mundo es que más infraestructura invita a que haya más vehículos en las calles. La ruta 27 colapsó el mismo día de su inauguración. Sin embargo algunas obras estratégicas podrían aliviar el problema.
Desincentivo de uso del vehículo particular. El vehículo particular transporta un promedio de 1,5 de personas, mientras que el autobús un promedio de 60, si bajamos esas 60 personas del bus y las subimos a un vehículo particular estaremos requiriendo 40 veces el espacio en carretera. Las medidas utilizadas en distintas partes del orbe van desde la restricción vehicular, política fiscal agresiva en la adquisición de vehículos, peajes a los vehículos que ingresan al centro de la ciudad, etc.
Transporte público. Un sistema de trasporte público eficiente, integrado y amigable con el ambiente ofrece notables transformaciones. Debe tenerse políticas públicas bien definidas, sustentadas en análisis técnicos, las discusiones ideológicas sobre transporte público perpetúan sistemas ineficientes y descontinuados o llenan de vehículos las ciudades. La autorización de unidades más pequeñas en transporte público es el equivalente al vehículo particular en cuanto a ocupación del espacio. El tren de pasajeros (metro, tranvía, etc.) es una alternativa que por sí sola ofrece grandes avances, pero si además se le incluye carga y la integración con otros modos de transporte se potencia su impacto.
Uso de tecnología. El monitoreo del tráfico en tiempo real, semáforos inteligentes, cobro electrónico de pasajes y peajes son parte de las herramientas en manos de la Administración Vial para combatir la congestión.
Humanización de las vías públicas. Las ciudades europeas y algunas en América y el resto del mundo están propiciando como solución a los problemas de congestión un sistema, en el que la construcción de espacios y vías para los peatones es una constante. Las ciclovías también forman parte de este proyecto.
Urbanización responsable. Bajo este título se cobija una integración de los elementos descritos, pero además provoca la discusión de la coordinación interinstitucional para que el Gobierno central y las municipalidades desarrollen planes reguladores conscientes de las limitaciones en infraestructura y movilidad. No hay varita mágica, la solución en una sola dirección está destinada al fracaso, la integración de soluciones combinadas ofrece mayores alternativas. ¿Cuándo tendremos la madurez cultural y política para hacerlo?
*Especialista Internacional
en Derecho del Transporte
