Con 21 años de edad el jugador Rónald Matarrita se ha convertido en la toda una sensación de fútbol costarricense. Está catalogado como uno de los mejores jugadores del país, y se considera que pronto podría pasar a formar parte del balompié internacional. Su rendimiento deportivo ha crecido como la espuma.
Por ahora está concentrado en alcanzar el título nacional con su amada Liga Deportiva Alajuelense, equipo al que sigue desde pequeño. DIARIO EXTRA quiso conocer un poco más de él, por eso abordó a su padre, del mismo nombre, quien también fuera jugador de primera división a finales de los años 80 y principio de los 90.
Matarrita recuerda que su hijo desde niño quiso ser futbolista. “En mi infancia fui amante de los carros de control remoto, y por eso cuando nació mi hijo quise inculcarle eso, le compré muchos carritos de control, una vez llegué a la casa y los encontré todos botados, regados por todas partes y algunos rotos, le pregunté que por qué los había pateado y me dijo que es que él todo lo veía redondo, ahí fue cuando me di cuenta que iba a ser futbolista”, rememoró.
Añadió que el “junior” no empezó jugando como lateral, le ataría más la ofensiva, su posición era volante de llegada, no obstante, conforme fue avanzando y llegó a las selecciones menores se adaptó al puesto de carrilero.
FORMACIÓN
Rónald Matrrita -padre-, porteño de nacimiento que ahora reside en Orotina, dice que no tiene palabras para describir lo que siente cuando su hijo salta al terreno de juego vestido de rojinegro, ya que esos fueron los colores que le inculcó, “nunca le compré algo de Saprissa u otro equipo, siempre fue pura Liga”.
Asegura que la carrera de su sucesor tiene un futuro promisorio por una sencilla razón: “Él es muy humilde. Yo como exfutbolista y como padre siempre he estado detrás de él, me gusta que triunfe en su profesión, pero he sido muy insistente en que tiene que ser una excelente persona, la humildad para mí es una de las cosas más importantes de la vida”, indicó.
El carrilero manudo ha respirado fútbol desde la cuna. Su papá cuenta que sus primeros zapatos fueron unos tacos de fútbol, “nunca le faltó su uniforme completo, mi mamá era la que se los compraba, el primero que le regaló fue el de Brasil, por eso cuando él debutó con la Selección Nacional ante los brasileños fue una sensación que no le puedo explicar”.
SUEÑO
El exfutbolista militó para los equipos de San Carlos, Municipal Puntarenas, San Ramón y Turrialba en la categoría de honor, aunque su ilusión fue formar parte de uno de los equipos tradicionales no lo logró, sin embargo ahora obtiene la satisfacción.
“Mi sueño era estar en un equipo grande, para mi hubiera sido un privilegio jugar con la Liga, lamentablemente no lo conseguí, pero mi hijo me lo pudo cumplir”, destacó.
No se atreve a decir si el alumno superó al maestro, entre risas afirma que muchos le preguntan quién es mejor, pero no se atreve a dar una respuesta. Él se despeñaba como atacante, “lo mío era hacer goles”, mientras que el joven es dueño de la banda izquierda del conjunto manudo. “Lo que sí puedo decir es que mi hijo ha avanzado mucho más que yo futbolísticamente”.
La velocidad, la potencia y el remate es parte de las cualidades que heredó el actual futbolista, “yo tenía buen cabeceo, me parece que eso es lo que le falta a Rónald, el fútbol aéreo no es su fuerte, en eso creo que debe mejorar”.
FUTURO
Matarrita debutó este año con la Selección Nacional mayor, ha jugados los dos primeros encuentros eliminatorios y se ha cotizado muy bien. La dirigencia manuda confirmó que hay clubes interesados en contar con sus servicios, pero aún no tiene nada definido.
Hace pocos días el jerarca liguista, Raúl Pinto, detalló que al jugador le queda un año de contrato, pero si les llega una oferta que llene las expectativas de la institución y del futbolista no tendrán ningún inconveniente para negociarlo.
“Creo que ya llegó el momento para que dé ese paso. El fútbol es como la vida; muy corto, debe de aprovechar el momento que está pasando porque el fútbol también es ingrato y uno no sabe qué puede pasar más adelante”, expresó el papá.
Agregó que sería un anhelo verlo jugar en algún equipo del fútbol español, “eso sería lo mejor que le puede llegar a pasar a él y a mí”.
Rónald Matrrita explicó que para él es un orgullo llegar a cualquier lugar del país y ser reconocido por el trabajo de su hijo.
“El mejor regalo que él me puede dar es llegar a distintos lugares y ser felicitado por tener un hijo que es un gran jugador y una gran persona, eso me lo dicen los liguistas y los aficionados a otros equipos. Cualquier otro regalo material es secundario, lo más importante es verlo surgir”, finalizó.
PERIODISTA: Andrés Zárate Sánchez
EMAIL: [email protected]
Viernes 27 Noviembre, 2015
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA