Presupuesto 2016: tras cuernos palos
Luis Vásquez*
El gobierno presenta un presupuesto inflado para el 2016 y que además no contiene acciones políticas para el impulso de nuestra economía. Esta irresponsable política fiscal no genera crecimiento económico y frena el desarrollo nacional. Así, nos roba la esperanza de un golpe de timón que nos conduzca a puerto seguro.
Para el 2016 el proyecto de presupuesto asciende a ₡8.002.122,0 millones, financiado por ₡4.349.300,9 millones de ingresos procedentes de los diferentes impuestos (y otros rubros), además de ₡3.652.821,1 millones originados en la colocación de títulos valores. Este último rubro representa un 45,6% del financiamiento utilizado por el Gobierno de la República. En relación con el gasto, solo un 5,1% del total de presupuesto (¢409.965,1 millones) se utilizará para invertir en infraestructura, que podría, o no, ser ejecutable. Sin embargo el 95% se utilizará en pago de salarios y prestaciones a funcionarios (as), pensiones y en la amortización de la deuda. Por último, solo una pequeña proporción se utilizará en la adquisición de bienes y servicios o transferencias de recursos para fines sociales.
Los datos anteriores defraudan… nos conduce a un rumbo incierto, en lugar de llevarnos al camino de la verdadera recuperación económica y fiscal e impulsar el desarrollo de nuestro país. La ruta de la alegría, hoy es ruta de decepción.
El tan hinchado presupuesto, no invierte en infraestructura y obras necesarias para la competitividad, no invierte en incentivos tecnológicos para las empresas y no conduce a una administración tributaria que promueva el desarrollo empresarial, para estimular y generar el crecimiento de todos los sectores productivos.
El gobierno actual, muestra incapacidad de direccionar las políticas públicas en beneficio de la productividad y de la promoción del crecimiento económico, fomentando el comercio interno y disminuyendo los costos de producción para la generación de empleo.
En Costa Rica, el 80% de los ingresos de los hogares provienen del empleo; sin embargo, desde la crisis de los años 80, no hemos tenido un nivel de desempleo como el que hoy se vive. La tasa de desempleo alcanzó el 10,1% de la fuerza laboral costarricense en el primer trimestre de este año. Hoy nuestro país cuenta con 235 mil desempleados y una economía que no crece al ritmo esperado. Los jóvenes y las mujeres no cuentan con oportunidad para insertarse al mercado laboral.
En el foro “Agenda Nacional para el crecimiento económico y el empleo”,se evidencia la urgencia de generar un clima de negocios óptimo que permita crear más opciones de trabajo, aumentando la confianza de los empresarios, disminuyendo los costos de la producción nacional y la simplificación de trámites. Ni qué decir de la infraestructura de nuestro país, esas calles intransitables que no permiten la productividad y la competitividad en nuestro territorio.
Tras cuernos palos: ante un presupuesto irresponsable que deteriora la economía y entorpece el desarrollo, el Partido Acción Ciudadana y su gobierno, lejos de invertir en los sectores productivos y “apretarse la faja”, pactan en lo oscuro junto al Partido Liberación Nacional y el Frente Amplio, no solo el presupuesto, sino, que fácilmente se vislumbra el contubernio para la imposición de nuevos impuestos, sacándonos más plata de la bolsa a los costarricenses, por su incapacidad de generar políticas fiscales adecuadas.
* Diputado
