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Sucesos

De pescador artesano a narcoempresario

OIJ aún investiga vínculo internacional

  • El 1 de octubre Bell Fernández (segundo de izq. a der.) compareció ante la Comisión de Narcotráfico y dejó su hoja de delincuencia limpia

  • Gerardo Vargas, del Frente Amplio, dijo que en la estructura de Lemon Stone estaba Excavaciones Araya, empresa de Bell

  • Gilbert Bell Fernández, alias “Macho Coca”, tuvo su primer encuentro con las autoridades el pasado 19 de agosto

  • Ayer entre lo decomisado la policía contó más de ¢50 millones en efectivo

Las constantes irregularidades en informaciones que manejaban agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) se concretaron ayer con la detención de Gilbert Bell Fernández, alias “Macho Coca”, por el delito de tráfico de drogas. 

Lo dijo en la comparecencia que tuvo recientemente en la Asamblea Legislativa, el 1 de octubre, el señor Gilbert Hernán de los Ángeles Bell Fernández, de 52 años, que arrancó como un pescador artesanal.

Su crecimiento lo catapultó a ser asesor del gobierno mediante una comisión regional del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) en Limón, según reconoció el propio Gustavo Meneses, presidente de esa entidad, cuando Bell fue recomendado por la Asociación de Pescadores Independientes (Asopeil) para integrar dicho órgano hace 6 meses.

El hoy detenido acaparó el movimiento de palangre (pesca artesanal) al sur de Limón. Cuenta con al menos 100 obreros directos dedicados a su empresa de la pesca, sin contar los indirectos, que pueden ser más de 1.000.

La flota palangrera en Portete alcanza unas 60 embarcaciones, todas con motores de entre 50 y 200 caballos de fuerza, capaces de transportar entre 2 y 3 toneladas de producto. Son también parte de Asopeil, de la que como ya dijimos Bell es partícipe.

“Macho”, como lo conocen algunos, fue amasando su imperio al punto de adquirir “El Challenger”, embarcación de ¢50 millones, con capacidad para transportar 25 toneladas, siendo esta la de mayor capacidad en la zona. Además recibe un subsidio de entre 15 mil y 20 mil litros de gasolina por parte del Incopesca.

Sus operaciones se extendieron fuera de Limón, al punto incluso de venderles su producto a empresas exportadoras pesquera como son Frumar, PMT y Vitamexter.

 

EMPRESAS 

 

Según el propio Bell Fernández, su familia también es dueña de Excavaciones Araya S.A., que ha formado parte de compañías como Lemon Stone, que explota tajos.

Según el diputado Gerardo Vargas Varela, la empresa de Bell Fernández era parte del organigrama de Lemon Stone, una de las más poderosas de la provincia.

Excavaciones Araya S.A., según comentó Bell Fernández, está sumida en un litigio presuntamente por licitar con el ayuntamiento limonense para rellenar zona marítimo terrestre y hoy día maneja una denuncia por peculado.

Bell Fernández, a quienes sus trabajadores le dicen “El Jefe” o “El Jefecito”, ha emergido como un exitoso empresario que no necesita préstamos de las entidades bancarias desde 1990.

Sus transacciones superan el millón de dólares, muestra de ello es una propiedad que según Bell logró obtener a un bajo costo, pero luego vendió en más de $1,5 millones, o una finca en Búfalo de Limón valorada en $600 mil, la cual según explicó el OIJ adquirió en una transacción en efectivo con billetes de baja denominación.

Este empresario se da el lujo de codearse con políticos y empresarios, a quienes mediante sus empresas les vende servicios, como es el caso de Antonio Álvarez Desanti, diputado del Partido Liberación Nacional y presidente de la Comisión de Narcotráfico, según lo dijo el propio Bell Fernández durante la anterior comparecencia ante dicho órgano legislativo.

Ayer el OIJ realizó 10 allanamientos a las propiedades de Bell Fernández, a quien las autoridades se refieren con el alias de “Macho Coca”, aunque ni él conocía, según explicó a la Comisión de Narcotráfico, que era conocido con ese sobrenombre.

 

“EL JEFECITO”

 

El poderío económico de Bell Fernández hizo que lo llamaran “El Jefecito”. Rápidamente la población limonense se interesó en sus negocios, policías e incluso otros narcotraficantes buscaban constantemente informaciones sobre el nuevo proveedor de droga del país.

La billetera del hombre de 52 años creció en forma potencial, algo que se reflejó en los operativos de ayer, en los cuales se logró el decomiso de una alta suma de dinero, tanto en moneda nacional como extranjera (dólares).

Una causa por peculado, otra por usurpación de bienes de dominio público y finalmente una por narcotráfico son los tres expedientes con los cuales el nombre del limonense aparece en los archivos de la policía judicial.

Sin embargo, a pesar de las investigaciones y operativos donde se vinculaba a “Macho Coca” con las actividades ilícitas, no se logró nunca concretar nada.

Incluso un informe del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), señala que las autoridades gringas investigaron a Bell por supuestos nexos con agrupaciones norteamericanas que enviaban cocaína por territorio de EE.UU.

 

CONTROL EN PORTETE

 

El 19 de agosto agentes del OIJ realizaron una serie de allanamientos en Portete, Limón, a fin de detener nuevamente a “Macho Coca” por haber construido un muelle ilegal que tuvo un costo aproximado de ¢2 mil millones.

De acuerdo con el informe, Portete fue tomado por las máquinas de Bell Fernández y sin ningún tipo de documento legal ni permiso comenzó a darle forma al atracadero.

Fuentes confidenciales informaron en esa oportunidad que cada cierto tiempo las luces del muelle se apagaban en horas de la tarde y que varias lanchas con capacidad para alto tonelaje ingresaban para ser descargadas.

El miércoles 26 de agosto DIARIO EXTRA informó, gracias a fuentes en la Fiscalía I de Drogas de Panamá, el vínculo que tenía Bell Fernández con una agrupación sumamente peligrosa en territorio canalero, organización conformada por colombianos, panameños y hondureños.

El fiscal panameño Javier Caraballo calificó la investigación como “compleja” debido a que no contaron con muchos recursos ni apoyo de las autoridades costarricenses para elaborar una correcta pesquisa sobre el caso.

Sin embargo el decomiso de un cargamento de cocaína que viajaba rumbo a Inglaterra reveló que Bell Fernández era la persona que se encargaba de movilizar toneladas de droga hacia el Viejo Continente, donde estaba su principal mercado, según la investigación panameña.

“...la ruta que hacían era sacar la droga de Colombia en barcos pequeños, la mandaban a Honduras, bajaban a Panamá a las áreas caribeñas de Colón, donde la montaban en contenedores que después eran enviados a Bocas del Toro o Limón, en Costa Rica, para pasar por un proceso de 'limpieza', finalmente retornaban a Panamá, volvía a salir el cargamento por mar en contenedores y de ahí a Europa, teniendo como destino Inglaterra”, revela el informe en poder de DIARIO EXTRA.  Ante consulta de El Periódico de Más Venta en Costa Rica, Gerald Campos, director interino del OIJ, explicó en conferencia de prensa que hasta el momento no se tiene detalles sobre una posible investigación por tráfico internacional de drogas.

No obstante este medio supo que la información sobre el mercado narco entre Bell Fernández y Panamá ha sido tomada en cuenta para el caso.

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Viernes 09 Octubre, 2015

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