Con el grito “déjennos trabajar”, pescadores de todo el país se lanzaron a la calle para decirle al Gobierno que no aguantan más que les tomen el pelo. “Lo que queremos es trabajar, poder vender nuestro producto sin ningún problema dentro y fuera del país”, dijo Sergio Soto, pescador puntarenense.
El grito de guerra y demanda de los pescadores, también se escuchó en Guanacaste, Limón y Quepos, entre otras zonas del país, debido a que más de 15 mil familias se ven afectadas, las cuales no piden ayuda económica, sino políticas claras e inmediatas de la administración Solís Rivera.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Felipe Arauz, dijo que se reunirán mañana en horas de la tarde con los representantes de los pescadores, a quienes ya le han presentado la solución a nueve demandas, pero que el Gobierno depende de otras instancias para resolver con prontitid.