Washington, (EFE).- Un alguacil fue asesinado a tiros por la espalda mientras repostaba su vehículo en una gasolinera cerca de Houston (Texas, EE.UU.) y las autoridades detuvieron hoy al hombre que creen que cometió el ataque.
Darren Goforth, alguacil asistente del condado Harris, había terminado de poner gasolina a su vehículo cuando un hombre se acercó a él por detrás y le disparó varias veces, sin motivo aparente y sin mediar palabra.
Cuando Goforth yacía ya en el suelo, el sospechoso volvió a dispararle varias veces y el oficial murió en el lugar, de acuerdo con Ron Hickman, alguacil del condado Harris.
Goforth, de 47 años, "fue literalmente abatido a tiros en lo que parece ser un asesinato no provocado de estilo ejecutorio", explicó Hickman a los medios al detallar que en 45 años de servicio nunca había visto nada realizado "tan a sangre fría".
Una cámara de vigilancia captó una imagen del presunto asesino, aparentemente un hombre negro, cuando se dirigía a su vehículo, de color granate.
El sospechoso fue detenido esta mañana en casa de su madre, que fue quien alertó a las autoridades, y permanece en custodia, según confirmó el sargento William Kennard, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, a la cadena CNN.
Apenas 30 minutos antes de ser tiroteado, Goforth había investigado un accidente, pero las autoridades afirman desconocer si eso puede tener alguna relación con el ataque que sufrió.
Sin contar el caso de Goforth, en lo que va de año un total de 22 oficiales encargados de hacer cumplir la ley han muerto por disparos en EE.UU.
