La indignación y la solidaridad por el desalojo a 100 familias en Palmar Sur acabó con la paciencia de un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional (UNA), quienes entre gritos y con pancartas le reclamaban al presidente Luis Guillermo Solís la actuación del gobierno ante la pobreza y necesidad que dejó a todos en esa zona del país en media calle.
“¡Que compren las tierras, que compren las tierras!”, gritaban los jóvenes a todo pulmón a la salida del mandatario, miembros del gabinete y autoridades del centro universitario tras participar en la firma del convenio entre el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Con el temor de que los ánimos se caldearan y entre empujones Solís salió bajo la protección de la escolta de la UNA y la Presidencia, que impidió que los estudiantes se acercaran. Ante esta situación todos hacían el esfuerzo para que los escucharan.
Ante lo bochornoso de la situación por la defensa de las familias de la finca Chánguena, el Presidente dijo: “Lo entiendo porque yo fui universitario, pero esto no refleja el pensamiento de la mayoría de la comunidad universitaria”, mientras que los empujones y codazos formaban parte del recorrido hasta llegar al carro presidencial.
En medio de los manifestantes y la seguridad afirmó que el gobierno hace un esfuerzo para negociar con los vecinos de la zona, donde el mediador principal es el rector de la UNA, Alberto Salón. “No es que no nos interese, es que existan los recursos para eso y esperamos resolver lo más pronto esta situación”, reiteró.
Para mañana está previsto el encuentro entre las autoridades del gobierno, los mediadores y los representantes de las familias que reclaman un lugar dónde vivir e incluso que el gobierno compre la finca donde habitaron por años.
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Jueves 13 Agosto, 2015
HORA: 12:00 AM
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