Como exmagistrados, la experiencia de Magda Pereira en la Sala  III y Rolando Vega en la Sala II, les permite ver con mayor claridad y objetividad el trabajo que se ha realizado en la Corte en los últimos años y hasta señalar, cuáles podrían ser las mayores falencias y por lo tanto, los retos que enfrentarán sus sucesores en la administración de justicia.

Ambos coinciden en que debe existir pasión, entrega y una mayor fiscalización de la labor de quienes componen este Poder de la República.

Magda Pereira aseguró que la justicia no sólo debe ser pronta y cumplida sino  requiere que las personas que asciendan a los puestos tengan claro que son magistrados a tiempo completo “porque la calidad y cantidad de asuntos que se estudian  requiere  una inversión de tiempo de prácticamente dedicación exclusiva. No podemos visualizar a magistrados que se dedican a otras labores y participaciones en otros eventos que quitan el tiempo para las resoluciones de los asuntos urgentes.”

Mientras tanto Rolando Vega comentó que aún hay mucho por mejorar, sobre todo en el sistema de gestión, con lo que se lograría saber con exactitud, qué debería hacer cada persona y en qué tiempo debe de responder de acuerdo con sus funciones. “Debe haber mayor control al cumplimiento de los tiempos efectivos de trabajo, mayor análisis de las cargas laborales que permitan comparar el rendimiento de unos despachos frente a otros”. 

Agregó que “hace falta fiscalización, es decir no sólo controlar el tiempo, sino también qué se hace y cómo se hace, eso es fundamental para identificar las posibilidades de mejora”.

En cuanto al límite de edad para  los magistrados, Magda Pereira comentó:  “Creo que cada quien de acuerdo con los parámetros de salud que tenga y las condiciones personales, puede establecer el momento propicio para retirarse, pero me parece que debe tener conciencia que cuando esos dos aspectos no están y la persona tiene otras prioridades, lo mejor es dejarle el puesto a otro”.

En relación con los periodos magistrales expresó que “debería revisarse la Constitución Política. Por experiencia, considero que dos periodos en magistratura de 8 años o 6, en caso que se llegue a reformar”.

Según Rolando Vega “en el tema de las presidencias y vicepresidencias, tanto de la Corte como de las diferentes salas y coordinaciones de tribunales deberían ser por periodos más cortos y reelecciones limitadas, porque eso es lo que hace que la organización pueda alternar y demostrar espíritu democrático. Una presidencia muy extendidas en el tiempo, limita una mayor dinámica en la generación de las ideas”.  

Vega además dijo que “la cúpula debe estar sujeta a un plazo y yo creo que la perpetuación en el ejercicio del poder no es buena ni en el Poder Judicial ni otra organización, necesitan renovarse cada cierto tiempo”.

Ambos exmagistrados están de acuerdo con que se mantenga la elección de los magistrados en la Asamblea Legislativa como lo establece la Constitución Política y aunque es difícil creer que el elemento político no está presente, se debe esperar que las decisiones de los legisladores sean objetivas y más que basadas en la entrevista, revisar con detenimiento la experiencia de cada uno de los candidatos que pretenda llegar a la Sala Primera, Segunda o Tercera, sus estudios y además su vinculación con la carrera.

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Miércoles 29 Julio, 2015

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