La falta de un protocolo para la atención de un menor de edad, cuyo familiar es trasladado a emergencias del Hospital San Juan Dios, provocó ayer la molestia e indignación de pacientes y familiares de quienes esperaban su turno de atención en el centro médico.
Según versión de testigos, mientras caminaba por una acera cerca del hospital y con un menor en brazos, una mujer pidió ayuda a dos policías municipales para que la llevaran al centro médico debido a que se sentía muy mal.
Ante la alerta y el llamado de atención de los policías, la fémina ingresó al hospital. Sin embargo, la sorpresa de todos fue cuando la doctora que la atendía pidió que sacaran al pequeño del servicio, situación que provocó el enojo, incluso de los policías.
“¿Usted sabe cómo se sintió esa mamá al ver lo que sucedía a su chiquito? Que no me pasó a mí, porque tal vez a rastras me levanto de la silla y me voy, pero los policías muy buenos, más aún la mujer que acurrucó al chiquito como suyo”, dijo Aura Salas, vecina de Desamparados, quien espera noticias de un familiar en una de las salas.
Ante la queja, DIARIO EXTRA solicitó una explicación a las autoridades del centro médico sobre la denuncia y una posible violación contra el pequeño; reconocieron que no existe un protocolo para enfrentar este tipo de situaciones, pero ante lo sucedido a partir de ahora aplicarán una serie de medidas.
“La paciente fue pasada de forma inmediata y la colega que iba atender a la señora consideró que para poder examinar a la señora no podía tener el niño en brazos y como la Policía Municipal lo traía, ella considera que el mejor resguardo temporal era la policía”, explicó Mario Arias, subdirector del Hospital San Juan de Dios.
Además, Arias reconoce: “Lo que hubo fue un malentendido, los amigos policías consideraban que era el personal del hospital el que debió hacerse cargo del menor, pero nosotros no contamos con personal, por eso esto provocó que se diera un malestar y malentendido de la atención”, reiteró Arias.
Tras la atención médica y con las medicinas en su bolso, la joven madre continuó su camino con rumbo desconocido, debido a que no dio mayores detalles de donde vive, mientras que en sus brazos el niño dormía a pierna suelta sin darse cuenta de lo que había provocado.
En el San Juan de Dios piden la comprensión ante esta y otras situaciones que provoquen malestar y molestia entre quienes llegan al servicio de emergencias, debido a que la incomodidad e incluso falta de recursos para una mejor y mayor atención repercuten en que alguno de los 500 pacientes que llegan cada día con diferentes males sean atendidos con carencias pero siempre con el respeto, cariño y cuidado que se merecen.
