Seis áreas protegidas, entre las que se encuentran parques nacionales y refugios de vida silvestre, sufrieron afectaciones por las lluvias que azotaron al país la semana anterior.
Las regiones damnificadas se ubican en Tortuguero, división la amistad Caribe y Cordillera Volcánica Central, donde los aguaceros ocasionaron daños en ecosistemas, carreteras de acceso e infraestructura interna de los parques.
Según el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), el acceso a los turistas en estas áreas protegidas también ha sido restringido, por las secuelas que las lluvias han generado en la región.
En el Área de Conservación Cordillera Volcánica Central, el Monumento Nacional Guayabo es uno de los más afectados, por daños provocados en el sitio arqueológico y la calzada, que requerirán de expertos en la materia para que hagan las valoraciones respectivas.
Mientras, en el Parque Nacional Braulio Carrillo hay que resaltar la caída de un árbol que destruyó totalmente el aula de educación ambiental ubicada en el puesto de Quebrada González y puentes colapsados que afectarán la visitación. También el acceso al Parque Nacional Turrialba sufrió daños por deslizamientos y alcantarillas obstruidas, que impiden el ingreso a una zona que está en riesgo permanente por la inestabilidad del volcán.
Por su parte, en el Área de Conservación la Amistad Caribe, las lluvias limitan el acceso a los pobladores de Alto las Brisas de Pacuarito y las comunidades indígenas de Tsiniki Cha, Jameikari, Valle Escondido y Dos Ramas, ubicadas en los límites del Parque Nacional Barbilla.
En el Parque Nacional Cahuita se perdió la playa para bañistas del Sector Puerto Vargas y hay daños importantes en 7,3 km de línea de costa ocasionados por los fuertes oleajes y precipitaciones que provocaron la pérdida de la barrera natural. También se dañaron puentes, caseta de ingreso, casa de funcionarios y senderos que conectan a los diferentes sectores del parque. Según explicó Fernando Mora, viceministro de Agua y Mares, la pérdida de la playa significa una desestabilización en el territorio que ocupan estas y que se va acomodando con las olas.
Por último, en el Refugio Nacional Mixto de Vida Silvestre Gandoca Manzanillo, los fuertes oleajes y vientos de alta velocidad dañaron infraestructura e impiden el acceso al área por la parte marítima, solo se tiene accesibilidad terrestre parcial. En esta área se perdió el 80% de los nidos de tortuga baula y carey, aproximadamente 300. “Tendríamos que esperar ahora a que funcionarios del Ministerio giren un informe de los daños ambientales y luego de esto, se determinaría qué acciones de mitigación se estarían implementando para cada zona en específico”, dijo Mora.
Fuerzas vivas en cada comunidad y personeros del Minae trabajan en conjunto para evaluar los daños ambientales, esto en la zona de Tortuguero, donde las consecuencias de las precipitaciones fueron menores.
