Las autoridades costarricenses dieron en el blanco el martes cuando detuvieron a un hombre de apellidos León Martínez, quien se comprobó lideraba un grupo de personas que se instalaban poco a poco en el país para poner un tipo de sucursal del Cartel de Sinaloa.
La operación tuvo lugar en Heredia, donde se allanó una casa de lujo, de la que se presume el alquier no era inferior a los $3 mil, con los beneficios de no tener vecinos y trabajar sin que nadie sospechara de sus acciones.
En una conferencia de prensa donde se reunieron las altas autoridades de la seguridad nacional, el director interino del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Gerald Campos, indicó que la acción es la culminación de la primera fase de análisis, que tomó fuerzas a finales de junio. "Se detiene a una persona vinculada a las operaciones que se vienen dando para dar con quienes estén asociados al famoso Cartel de Sinaloa.
Gracias al seguimiento de la investigación y un allanamiento más, se logró capturar al líder de esta banda, quien resguardaba la droga en mansiones y locales comerciales con un precio de alquiler elevado.
Uno de los sistemas de resguardo de los paquetes era un refuerzo en el cielo raso, con una estructura donde todo se mantenía escondido, esperando salir del país", afirmó Campos.
Producto del allanamiento a la casa de León Marínez, se decomisó 220 kilos de marihuana comprimida, ocho fusiles de asalto tipo AK-47, AR15 y MP5, seis pistolas, dos revélveres, 9 vehiculos y un cuadraciclo.
Con la operación se espera haber dado una alerta a los narcotraficantes para que no pretendan restablecer sus negocios en Costa Rica.
Días atrás se detuvo a un mexicano, un colombiano y una pareja de ticos, a los que también se les vinculaba con el negocio de la droga y el Cartel de Sinaloa. La mercadería ilegal era traída de Colombia, empacada en Costa Rica y distribuida en México y Guatemala principalmente.
