Los fuertes y constantes aguaceros caídos en las últimas horas en la Vertiente del Caribe y la Zona Norte han sido más dañinos en infraestructura que el terremoto de Cinchona, ocurrido el 8 de enero de 2009, que tuvo una magnitud de 6,2 grados Richter.
Según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), la afectación que está causando el mal tiempo provocó más destrucción en caminos, puentes, diques, terrenos agrícolas y la movilización de más de 1.500 personas a 15 albergues establecidos por las autoridades.
El presidente Luis Guillermo Solís aseguró que solo en carreteras se registran pérdidas por más de ¢7.200 millones.
Aquella fatídica tarde dejó 18 muertos, entre ellos una pareja de niños que fueron sepultados por un alud mientras vendían cajetas en Fraijanes de Alajuela y poco más de 1.000 albergados.
El movimiento telúrico fue provocado por la falla denominada Varablanca y se sintió en San José, Alajuela y Heredia. Su actividad se registró en el 2005, mismo año de la última llena que azotó el Caribe.
La mayoría de los afectados por las lluvias cataloga el pasado fin de semana como un diluvio, que provocó la alerta roja en tres provincias y la preventiva en tres más debido a que otro frente frío podría afectar el Caribe en las próximas horas.
Solís decretó emergencia nacional, por lo que se facilitará la atención de la catástrofe porque permite mayor fluidez en los trámites necesarios para dar respuesta oportuna a los afectados.
El recuento de los daños lo conoció el gobierno tras la crítica situación que vive el Caribe principalmente, así como la magnitud de la tragedia que mantiene más de 1.500 viviendas anegadas.
DINERO
DISTRIBUIDO
Iván Brenes, presidente de la CNE, manifestó a DIARIO EXTRA que la idea es hacer una recomendación para no desvirtuar el decreto de emergencia.
“El presupuesto será enfocado en atender de forma inmediata las necesidades de los afectados que aún esperan por ayuda, pese que hemos dado ¢130 millones en asistencia humanitaria y ¢30 millones más para rehabilitación de caminos”, declaró.
Brenes pidió a la población no bajar la guardia y mantener vigilancia constante, ya que los suelos están saturados de agua y podrían provocar más problemas.
DESDE EL CIELO
Un helicóptero del Ejército de Panamá está en el país y ayer sobrevoló las montañas de Sarapiquí, Matina y Turrialba para determinar el grado de afectación en las partes más altas de estos cantones y así tomar una decisión.
Esta aeronave tiene capacidad para operar bajo fuertes aguaceros, por lo que realizará un mapeo de la zona de la catástrofe con el jerarca de la CNE y geólogos que valorarán algunos taponamientos en ríos y deslizamientos que podrían causar más afectación.
El presidente Solís esperó el informe de los expertos tras varios minutos de sobrevuelo en las zonas afectadas, lo que llevó a la declaratoria de emergencia.
El dinero del presupuesto extraordinario se destinará para atender a miles de afectados y la estructura vial, el agro y demás que sucumbieron ante la lluvia.
En Cuatro y Siete Millas de Matina se aprovechó el buen tiempo que imperó ayer para la construcción del dique, que cedió ante la fuerza del agua.
MÁS LLOVIZNA
Según el Instituto Meteorológico Nacional, dos ondas tropicales ingresaron al país y con ellas más lluvias en el Caribe Norte y la Zona Norte, así como en el Pacífico, donde ayer se reportaron lluvias constantes y fuertes.
Las condiciones lluviosas han generado cabezas de agua que mantienen con los pelos parados a las autoridades y algunas personas que han decidido quedarse en sus viviendas, por lo que llaman a la precaución.
RUTA 32 CERRADA
Los 4 mil metros cúbicos de tierra que cayeron en el kilómetro 29 de la ruta 32 aún no han sido removidos en su totalidad debido a los constantes aguaceros que azotan esa zona.
Una parte de la montaña se vino abajo y cubrió 250 metros de la vía, donde maquinaria pesada del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) ha encontrado piedras, árboles y lodo, por eso los trabajos continúan para habilitar una de las principales arterias del país.
EL AGUA DEJA SECUELAS
• ¢7.200 millones en rehabilitación de vías
• ¢130 millones en asistencia humanitaria
• 219 comunidades afectadas
• 735 personas albergadas
• 11 albergues en Matina, Talamanca, Sarapiquí y Turrialba
• 1.535 viviendas anegadas
• 18 centros educativos afectados
• 6 acueductos dañados en Sarapiquí y Matina
• 11 puentes con algún grado de afectación
• 23 rutas presentan daños
• 7 diques con filtración
• 18 cantones afectados
Fuente: CNE
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: Guillermo Solano y Alfonso Gatgens
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Martes 30 Junio, 2015
HORA: 12:00 AM
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