Asentamientos y pobreza
Consecuencia de la pobreza, estos asentamientos proliferan cada vez más en nuestro país, realidad que vive el mundo, desde los países más ricos hasta los más pobres. Debe ser muy triste vivir en los confines del espacio de una ciudad, que en nuestro caso no tiene solución si tomamos en cuenta que el asunto de la pobreza se encuentra en la “cola de un venado”.
En lo que va del nuevo siglo, ningún gobierno ha tenido voluntad por erradicar la pobreza. Lo peor, se permite que se hagan suburbios o tugurios en propiedades de Estado, sin duda, para atraer votos en las campañas políticas. Estos pobres son los que luego son un problema para el desarrollo, como sucede con el Triángulo de la Solidaridad al sur de San José, donde se necesita con urgencia continuar la carretera de Circunvalación.
En esa zona hay miseria, con viviendas precarias y hacinadas, sin alcantarillas, sea, sin servicios básicos de salud, con trillos sin pavimento, expuestos a las inundaciones durante los meses de lluvias, sin acceso al trasporte público, ni siquiera a los unidades de emergencia (Bomberos, Cruz Roja, Fuerza Pública), sin escuelas, sin centros de salud y lo peor, sin que puedan tener un título de propiedad. Pero como todo en nuestro país, nada se previene antes de que suceda... y se presente la necesidad del desarrollo para bien de todos.
Entonces aparecen las soluciones “gachas”, como llevarlos a vivir a “contenedores” en otros sitios, ya de por sí hacinados, pobres, con problemas de espacio y prácticamente en las mismas condiciones. Hace años el “objetivo político” de los gobiernos es erradicar la pobreza, un bla-bla que solo es eso, ya que a la hora de tomar las cartas, ninguno ha hecho nada, sin tomar en cuenta que en esos lugares hacinados hay hambre, sin medidas que permitan combatirla, todo lo contrario, la miseria y el hambre aumentan.
La falta de recursos de primera necesidad, a vista y paciencia de quienes tienen la obligación de dirigir a este país, constituye una grave violación a los derechos humanos fundamentales. Muchas de estas personas que están viviendo pobremente en tugurios deberían ser desplazadas a zonas agrícolas, donde puedan sembrar y aumentar la producción, enseñándoles la utilización sostenible de los recursos naturales. En el futuro esto puede ser mejor que enviarlos a los contenedores a seguir en lo mismo.
En este país deben mejorarse las condiciones agrícolas, por supuesto, incrementado la investigación y dando oportunidades a los agricultores, por ejemplo, con préstamos bancarios con intereses bajos, sin asfixiarlos. También bajar el costo de la energía eléctrica para que las empresas no tengan la necesidad de abandonar el país, dejando a miles de personas sin empleo. Hay que brindar educación de “calidad”, tanto a nivel rural como urbano; lograr más empleo y construir multifamiliares de bajo costo, donde todos puedan costearse su vivienda.
Lo que se necesita es voluntad política y la presión que las élites ricas y poderosas ejerzan sobre la toma de decisiones del gobierno. Es necesario también ofrecer una solución sanitaria de calidad. La tarea es difícil, pero se puede, todo es voluntad.
El tugurio tiene declaratoria oficial de inhabitabilidad. En la Ley de Erradicación de Tugurios, capítulo 1, se lee: “Declárase de utilidad pública todo lo relacionado con la satisfacción de las necesidades de vivienda popular en las áreas urbanas y rurales del país, y en especial lo que se refiere a la erradicación de tugurios, a la defensa de sus arrendatarios, a evitar la formación de áreas de tugurios y al fomento de la construcción de viviendas de precios bajos”. ¿Se está cumpliendo con la ley? Si en el futuro se permite que las personas de escasos recursos por sus necesidades se metan a vivir en tugurios, sin títulos de propiedad y sin servicios básicos, seguiremos entonces con estos problemas de que las obras nacionales para beneficio de todos se ven paralizadas. Similar sucede con el derecho de vía del tren.
