La comunidad salvadoreña en Costa Rica celebró, junto con todo el continente, la beatificación de su exarzobispo Mons. Óscar Arnulfo Romero.
La ceremonia se llevó a cabo este sábado en la Plaza Divino Salvador del Mundo, en san Salvador y los originarios de esta nación centroamericana erradicados en tierras ticas pudieron observarla vía satélite, reunidos en la parroquia de Curridabat.
El párroco de la zona, Melvin Rodríguez, se refirió a Romero como “un mártir” de la fe, que murió por practicar lo que predicaba, denunció el pecado y defendió a su pueblo.
Por su parte, el embajador salvadoreño en el país, Sebastián Vaquerano, resaltó el hecho histórico que significa este acto para la tierra que él representa.
“Monseñor tuvo una característica muy importante, que fue su vinculación con las personas más necesitadas, desplazándose por los pueblos en una de las épocas más duras para El Salvador, los años 80. No se detuvo nunca como pastor para representar a la gente de esos pueblos”, indicó Vaquerano.
El acto de beatificación de Romero tuvo réplicas posteriores. En su homilía de este domingo, el obispo cartaginés José francisco Ulloa recordó a los fieles el ejemplo de este siervo del catolicismo y les motivó para defender y practicar su fe.
La comunidad cuscatleca en el país agradeció la decisión del papa Francisco de beatificar a Romero con una hora santa, una vigilia y otras actividades realizadas este sábado.
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CRÉDITOS: Fotos: Cristian Cartín
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Lunes 25 Mayo, 2015
HORA: 12:00 AM
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