¿Se animaría usted a que dos pitones de 35 kilos cada una le recorran los brazos o bien que una boa se le acomode entre los hombros y el cuello? Probablemente la respuesta sea que no porque muchas personas les temen.
Pero en La Fortuna de San Carlos, Alajuela, encontramos a Víctor Quesada Obando, un personaje que suma 32 años domando todo tipo de serpientes. No les huye a los tamaños, colmillos prominentes o fuerza que poseen porque como si tuviera un don sobrenatural las controla. ¡Así como lo lee!
DIARIO EXTRA lo conoció mientras impartía una charla acerca del hábitat de algunas de estas en las instalaciones de Arenal Eco Zoo, situado en ese mismo lugar y del cual es propietario. “El ciclo de vida de ellas es un verdadero mundo, trato de explorarlo minuto a minuto y el área es abierta para que tanto los turistas nacionales como los extranjeros aprendan.
Pero sobre todo busco crear una cultura de sensibilización para que no las maten sino más bien que sepan distinguirlas para tomar las medidas de seguridad necesarias y eviten ataques”, recalcó.
INFANCIA MARCADA
Al echar un vistazo en su libro de vida recordó que desde los 3 años le llamaron la atención los insectos, al punto que capturaba hormigas, cucarachas y gusanos para posteriormente observarlos.
“Fui creciendo y a la edad de 7 años ya salía con mi abuelo a coger café, como anécdota me quedó que en una ocasión hallé una serpiente bocaracá en una mata y él quería matarla.
Le insistí para que no lo hiciera porque no mordió a nadie y a fin de cuentas la trajimos a la casa. La tuve de mascota y luego mis familiares la mataron, ya que consideraban que era muy peligrosa”, expresó.
Una vez en la escuela aprovechó para investigar de los tipos.
“Mis allegados se dieron cuenta que era lo mío. Para las tareas de primaria siempre seleccionaba temas referentes a serpientes, la alimentación, forma de movimiento, texturas, entre otros, y en el colegio en el área de biología estuve con ejemplares. Soy apasionado de las serpientes”, agregó.
TIPOS Y COLORES
En Arenal Eco Zoo tiene contacto con clases distintas (nacionales y extranjeras) como boas, oropeles, constrictoras, pitones, por mencionar algunas. Las labores de cuido, alimentación y vigilancia las aplica desde hace más de tres décadas. Es común verlo mañaneando para ingresar a su trabajo, pero de igual forma comparte el tiempo libre con su familia.
“Mi función se basa en que conocí los detalles de ellas, las señas de la piel o los tonos y las reacciones a los movimientos para que una vez que las tomo con las manos para mostrarlas ante niños, jóvenes y adultos se queden queditas, dominadas.
Muchas no hacen nada pero se deben vigilar. En este tiempo una casi me muerde, pero no pasó a más. Es algo muy bonito que me llama mucho la atención y es mi vida”, indicó.
LLAMADO A LA CONCIENCIA
Quesada las define como sus mejores amigas y recalca que más allá que sentir escalofríos al verlas en las zonas boscosas se requiere conocer si con morderlo lo mandarán directo al hospital.
“Hay mucha gente que no desea ni verlas pero siempre les manifiesto que son como una muela, duele y duele pero cuando la sacan todo el mundo está feliz.
¿Qué quiero decir con esto? Que lo disfrutan mucho después y para eso tenemos animales que no son nativos, son exóticos, los cuales ofrecen la particularidad de poder manipularlos y que la gente lo aproveche en grande”, finalizó.
Para conocer a Víctor Quesada y recorrer las instalaciones llame al teléfono 2479-1059 o al 2479-1058.
PERIODISTA: Laura Morales Sánchez
EMAIL: [email protected]
Sábado 09 Mayo, 2015
HORA: 12:00 AM
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