A pesar de los modernos sistemas electrónicos con que cuenta la Corte Suprema de Justicia, un papel blanco fue suficiente para que los magistrados ayer con 15 votos a favor y 7 en contra reeligieran a José Manuel Arroyo Gutiérrez, quien ocupará por dos años más la vicepresidencia.
Tras la presentación de su informe, las críticas a favor y en contra para que Arroyo se quedara en el puesto formaron parte de la discusión durante la mañana y tarde.
“No somos un club de amigos”, afirmó el magistrado Rolando Vega al inicio de su intervención e insistió en la falta de “dinamismo” y “claridad en su gestión”, tanto de la presidenta de la Corte, Zarela Villanueva, como de Arroyo.
“Hace dos años renuncié a cualquier interés personal, precisamente porque creía que en estos dos años y en estos cuatro años de gestión se podía realizar en el Poder Judicial el cambio tan esperado durante muchos años y precisamente por creer que el cambio no ha sido posible”, afirmó Vega “justificando mi razón que la reelección de la vicepresidencia no debe ser aprobada”.
En el ir y venir de opiniones la discusión tomó fuerza. “Los egos es algo normal, si es por egos no se podrían realizar las reformas que se requieren”, destacó el magistrado Fernando Cruz.
“Nosotros somos los ayatolás, el talón de Aquiles, una estructura que tiene más de 100 años, por eso dos años no son suficientes para realizar las reformas que se requieren”, destacó Cruz mientras reconocía la labor y gestión de Arroyo, a quien prometió dar su voto para que continuara en el cargo.
COMPROMISO DE TODOS
Tras las discusiones y votación, José Manuel Arroyo Gutiérrez reconoció que “hay cosas estratégicas que no se han hecho como deberían hacerse”.
Sin embargo con su elección lo que quedó en evidencia es la responsabilidad para realizar las reformas que la Corte necesita, la cual está en manos de los 22 magistrados, de ahí la insistencia de unir fuerzas para exigir a la Presidencia que se discutan “los temas que se deben discutir”.
Sobre los 13 años de espera que lleva el país para una reforma en el Poder Judicial, Arroyo explicó que este trabajo ya está en manos de una comisión, “este es el clamor de tirios y troyanos, esa es la diferencia y sobre eso trabajaremos”.
Además dijo que continuará la lucha para poner en orden los fondos de pensiones de la Corte. “Creo que la discusión que ha habido es un ejercicio democrático importante, se ha aclarado lo que se ha tenido que aclarar y se han recibido las críticas que se requieren, ahora nos toca a todos trabajar más y mejor”, concluyó.
Anoche el magistrado recibió el aval del Poder Legislativo tras ser juramentado en Cuesta de Moras.
