De estirpe calderonista confeso, Rafael Ortiz siempre perteneció al Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), pero fue hasta hace dos años que participó de manera más activa con el interés de levantar la agrupación, después de que fuera elegido diputado se convirtió en el jefe de la fracción que trabaja de cerca con el Gobierno, desde su curul advierte la situación que vive el país.
Ortiz opina que a algunos ministros les falta capacidad de tomar decisiones, para él la fuerza política debe unirse y reclama la debilidad del Ejecutivo para plantear una agenda nacional. Indicó que mantiene buena relación con el exacandidato presidencial Rodolfo Piza después del problema que se dio a conocer en el partido.
El jefe de fracción de la resurgida Unidad Social Cristiana se reunió con Iary Gómez, gerente general de Grupo Extra, y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA, para conversar sobre varios temas, incluidas las elecciones previstas para el 1 de mayo.
¿Por qué no se da respuesta a los problemas más urgentes?
- Estamos en un momento en este país donde hace años se han venido dando avisos, desde que se presentó el combo ICE, la misma ruptura del bipartidismo, la polarización del TLC, el crecimiento del partido de izquierda, los costarricenses estamos en incertidumbre; la misma elección del Gobierno fue un tanto inesperado porque un mes antes daba por ganado a don Johnny Araya. Si no empezamos a avanzar en la toma de decisiones, si se van posponiendo las cosas que se tienen que hacer y las malas prácticas, te pasan la factura.
¿Qué retrasa el avance de los proyectos en la Asamblea Legislativa?
- El reglamento de la Asamblea Legislativa, aunque sea muy cansado y muy trillado no ayuda a la gobernabilidad del país, eso es punto fundamental que nosotros tenemos que entender. Hace como dos semanas presentamos un proyecto que sale de esta junta denominada de los notables, pero va en función de que cada 1 mayo las fracciones presenten un proyecto para tramitarse bajo el procedimiento de la manera más rápida (41 bis), que estará en comisión menos de un mes y a nivel de plenario tiene 22 sesiones en los que se presentan mociones en 4 días, luego se vota; yo entiendo los mecanismos, pero si por las minorías no vamos a poder tomar decisiones, no solucionamos los problemas que el país tiene.
¿Aspira a la presidencia del Congreso en las elecciones del 1 de mayo?
- No, eso surgió porque alguien publicó un mensaje falso en Twitter, diciendo que el Partido Acción Ciudadana y el Frente Amplio me apoyaban a mí para candidato, pero no es verdad, ni siquiera lo he considerado porque no es una cuestión que yo pueda decidir, primero si se va a dar tiene que ser una cosa que surja de la misma fracción, hacerlo de otra manera no está bien.
Yo no vengo de la política. Entré en esto hace como dos años para tratar de renovar al Partido Unidad, no tengo esas destrezas o esos manejos que pueden tener otros para lograr hacer eso, de hecho el año pasado nos habían ofrecido: yo recibí una llamada, incluso una visita de un diputado, donde nos decían que ellos nos podían dar la presidencia (del Congreso), esa vez me dijeron “vos o quien designés”, pero eso fue antes de que renunciara Johnny Araya y ganó el Presidente actual. Nosotros empezamos a analizar el entorno político, lo que empezó a plantear Liberación fue un directorio de oposición, yo fui a un par de reuniones, pero hacíamos el análisis de que no era conveniente en ese momento porque había ganado don Luis Guillermo con 1.300.000 votos, hacer un directorio así; yo creo que los mismos partidarios nuestros habían votado por don Luis, según la encuestas. Era contraproducente.
¿Cuál fue puntualmente el planeamiento?
- Lo que se hizo, aunque siempre se ha hablado de aliados, en realidad nosotros planteamos un acuerdo de gobernabilidad que no incluía muchos puntos, porque muchos de los proyectos que había de la legislatura anterior no eran tan pertinentes, planteamos la constitución de una comisión política y luego se presentó el famoso caso de que el PAC y el Frente Amplio estaban por levantar el veto. Nosotros les dijimos que no los apoyaríamos, ese fue un tema vital en las negociaciones de abril del año pasado. Nosotros dijimos que íbamos a trabajar en una propuesta que buscaba enmendar los puntos que la Ley Procesal Laboral contenía y que causó que doña Laura Chinchilla lo vetara, pensamos que todo lo que tenía que ver con los servicios esenciales estaba mal, empezamos a trabajar en un proyecto de ley. Lo que pasa es que en la Asamblea entrás a partir de septiembre, después el presupuesto y luego se levantó el veto por el cuento de que se vencía el plazo, pero sí había un compromiso con nosotros de que no se iba a tratar hasta pasado un año.
¿Cómo reaccionó la agrupación cuando el Ejecutivo levantó el veto antes del tiempo que habían negociado?
- Hubo una gran molestia porque efectivamente había un compromiso de no hacerlo hasta el 30 de abril de este año. Sentimos que no se había respetado el acuerdo, yo me reuní con ellos y así se los expliqué, el elemento que surgió al momento de las negociaciones era que efectivamente el día 8 se le expiraba el plazo cuatrienal, eso fue fundamental pero no estaba presente en las negociaciones; cuando surge eso, se habla de que se puede ampliar el plazo. El argumento que nos dio el Gobierno es que si no lo hacíamos todo el proyecto se vendría abajo, nosotros sabemos que es un proyecto importante, en lo que no estuvimos de acuerdo fue en las huelgas de los servicios esenciales.
¿Cuál es la idea de presentador una agenda nacional al Presidente para trabajar desde el Congreso?
- Desde enero nosotros veníamos planteando una amplia agenda nacional, identificamos varios puntos, en (sesiones) extraordinarias solo hay 6 proyectos que se han aprobado, si bien es cierto la Asamblea nos es una fabrica de leyes, es un muy poco comparado con años anteriores. Claro que ahora estamos en un entorno complicado con las fracciones, lo fundamental aquí es identificar con la mayor cantidad de partidos el mayor número de proyectos para discutirlos durante el año y que el acuerdo de un directorio sea en función de esa agenda. Eso antes era más sencillo con el bipartidismo, ahora es más complejo, aunque se puede alcanzar los 29 votos pero si no hay acuerdos, el avance verdadero de la agenda legislativa puede ser prácticamente nulo, esa es una de las razones por las cuales no valoramos asumir la presidencia porque no tiene ningún sentido, sencillamente para estar ahí en el Directorio y ceder la palabra, de ahí la idea.
¿Está ayudando el PUSC al Gobierno con todas las fichas que encabezan la administración?
- Acordémonos que después de los problemas que tuvimos con el Presidente mucha gente se fue, por ejemplo Ana Helena Chacón después que salió de diputada no tuvo ninguna participación ni estaba en el partido, igual que don Helio Fallas, así hay muchas personas, el mismo Luis Guillermo fue secretario general de Liberación Nacional. Nunca hubo un acuerdo para nosotros, el partido no les suministró a ellos cuadros, para que se manejaran, tampoco lo plantearon así, como ocurre en otros países. Más bien mucha gente pensó que el partido no se iba a recuperar.
