Alajuela.- Hasta mayo del 2014 Francisco González Santamaría trabajó con el Comité de Cruz Roja del cantón central de Alajuela, se pensionó. Pero es tal su pasión por la benemérita institución que sigue colaborando un año más, hasta llegar a 37 vueltas.
Si usted es de la Ciudad de los Mangos y no recuerda de quién le hablamos, pues es ni más ni menos que “Cofalito”, un personaje en la provincia. Ingresó como conductor voluntario y ahí pasó a la oficialía de guardia, fue también jefe de los oficiales de guardia y de los choferes ad honorem. Le ha puesto bonito al mantenimiento de las unidades y se echaba al hombro la repartición de directorios telefónicos cuando los entregaba la Cruz Roja.
“A partir del pasado 15 de mayo salí pensionado pero me quedé en calidad de voluntario. Ya va a ser un año de volver a estar de voluntario. Imagínese que yo ingreso en la mañana y ayudo en lo que me necesiten. Me quedo hasta las 4, las 5 o las 6 de la tarde, dependiendo de lo que necesiten”, dijo este hombre que nació en Alajuela centro y vive en el Invu Las Cañas.
¿QUIÉN LO BAUTIZÓ ASÍ?
Contó que quien lo bautizó como “Cofalito” fue un compañero llamado Fernando Loría. “Era un compañero de muchos años y en aquel tiempo cuando salía ese ungüento que era para fricciones de los niños me decía: 'usted parece un cofalito, de esos que se usan para friccionar, por chiquitillo'. Ahí se quedó ese apodo de toda una vida”.
Le agrada que en la calle lo saluden aquellos que ya peinan canas. “A mí me conoce toda la humanidad, donde quiera que ando y hasta de particular. La gente me dice 'diay qué cruzrojista'”.
SE LA JUGÓ DE PARTERO
Entre situaciones muy especiales cuenta que le ha tocado atender varios partos pero completamente solo. “He atendido a nicaragüenses y ticas pero solo”, repasó.
Pero también ha sudado tacacos al tener que atender casos muy complicados. “Algunos pacientes han tenido enfermedades que son contagiosas, pero a nosotros nos dan equipo especializado y toda la protección, como gabachas, botas y guantes, así como una gorra y cubrebocas. Una vez que lo atiende, eso se desecha”.
Recuerda con cariño el edificio viejo del comité del cantón central de Alajuela y que eran muy pocos los pacientes que atendían. Eran solo dos choferes pero se la jugaban. “Cuando se pensó la construcción de este nuevo edificio se pensó en el futuro y se hizo, pero ya en realidad debió ser otro proyecto más avanzado, pues apenas estamos saliendo”.
¿CUÁNTA CUERDA LE QUEDA?
La pregunta del millón es hasta cuándo seguirá ayudando y metido entre camillas, radios de comunicación y ambulancias. “Pienso seguir acá hasta que Dios y los señores de la junta directiva me lo permitan. Como se los dije el día que salí de acá: 'Señores, no pienso retirarme. Si ustedes me permiten pienso seguir aquí, colaborar con todo lo que se pueda, al igual que lo hice el primer día que ingresé'.
Recuerdo ese día que estaba un señor, Amado Moreno Ríos, que trabajaba en el Banco de Costa Rica. Me estaba llenando la fórmula de ingreso y me dijo: '¿Usted qué piensa, cuánto tiempo va a colaborar?'. Le respondí: 'Voy a estar de voluntario el tiempo que Dios me preste ayuda'”.
PERIODISTA: Alejandro Fonseca
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Sábado 28 Marzo, 2015
HORA: 12:00 AM
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