Editorial
Insólito: en C.R. pagamos más por productos que elaboramos
En los últimos días han circulado en correos electrónicos y redes sociales imágenes donde se comparan los precios que se pagan por ciertos productos en Costa Rica y el costo que tienen en otros países del área.
Lo insólito del asunto es que son artículos que se producen en Tiquicia y son más caros acá que en los lugares donde se exportan.
Esto queda en evidencia ya que muchas personas -que son de acá pero viven en el extranjero- se han dado a la tarea de ir al supermercado a tomar las fotografías en los anaqueles y hacer las comparaciones, llegando a conclusiones lamentables.
Ante este escenario nos preguntamos qué hacen las autoridades para velar por que los ticos no paguen de más por los productos que consumen, en especial aquellos que se elaboran en suelo nacional y no deberían ser tan caros.
Lamentablemente la diferencia no es de unos simples colones, en algunos casos es del doble o el triple de lo que se cancela en otras naciones centroamericanas, tanto así que esto es casi como darse un lujo.
Las diferencias llegan al 100% o hasta más.
Es aquí donde deben ordenarse investigaciones para determinar por qué una variedad de artículos tiene precios más altos en Costa Rica que en otros países.
Precisamente este tipo de comportamientos también provoca que crezca el mercado de contrabando, pues sale más barato comprar en los lugares vecinos y traerlos, que adquirirlos en nuestra tierra.
Además estos altos precios no solo afectan a quienes a diario, por semana o quincena, vamos al supermercado, sino que se ve traducido en lo que pagamos en restaurantes y otros negocios.
Esto no queda hasta aquí: los turistas también sufren por este exceso en los cobros, parece mentira pero con el dinero con el que se vacaciona acá tres o cuatro días, en otros países del istmo puede pasear hasta una semana y lo peor de todo es que probablemente le sobraría plata.
Por eso es que ahora algunas personas deciden hacer un tour por estas naciones en lugar de venir a C.R., donde muchos aseguran sentirse garroteados por los comercios; a pesar de que son bien atendidos, consideran que es bastante oneroso pasear en Tiquicia.
Debemos tomar medidas y dejar de pensar solo en que somos el país más feliz del mundo, porque además de eso podemos decir que también estamos entre las listas de las naciones más caras.
Además, pidamos un trato justo porque esos productos se están confeccionando en nuestro territorio, con los recursos que muchos de nosotros tenemos y pagamos.
