Los días estaban contados para Héctor Carranza Calero, quien se desempeñó como oficial de la Fuerza Pública desde hacía 15 años y perdió la vida ayer al colisionar con un poste del tendido eléctrico. Junto a él quedó el cadáver de un gato llamado “Tigre”, según el dueño debido a sus habilidades para cazar.
Aún los investigadores no tienen claras las causas que mediaron en este brutal accidente, sin embargo sospechan que el animal se cruzó en el camino del policía, razón por la cual perdió el control de su vehículo y fue a dar contra el poste.
La misma suerte corrió el felino, pues detrás venía una vagoneta con trabajadores del Cosevi, que lo golpeó y dejó muerto a la orilla de la calle.
El suceso ocurrió minutos después de las 9 a.m. en las inmediaciones de la ruta 32, en sentido San José-Limón, cuando Carranza se trasladaba hacia la delegación de Fuerza Pública de barrio El Socorro, sin pensar que estaba a punto de abandonar este mundo.
Tras el impacto contra el poste de luz, los vecinos del precario Triángulo de la Solidaridad salieron apurados a ver qué podían hacer para liberar al herido, no obstante no hubo mucho en que ayudar.
Unidades de rescate tanto del Cuerpo de Bomberos y de la Cruz Roja fueron despachadas hasta el sitio de los hechos, donde intentaron liberar a Carranza, pero por lo complejo del accidente y la forma en que quedó el vehículo fue imposible soltarlo siquiera del cinturón de seguridad.
“Se nos despacha para atender preliminarmente un accidente de tránsito, al llegar al sitio encontramos lastimosamente un único paciente sin signos vitales, se trata de liberar pero ya estaba fallecido”, recalcó la cruzrojista Stefhanie Jiménez.
DOLOR EN EL CUERPO AZUL
Compañeros de la policía se mostraron consternados al ver el cadáver del que durante los últimos años fue su fiel amigo, las lágrimas no faltaron en los rostros de sus más cercanos, y mientras la calle se llenaba de curiosos, cámaras y demás testigos, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cerraban el perímetro para empezar su labor.
Carranza, de 46 años, era funcionario delegado de la Escuela de Policías del Ministerio de Seguridad, allí junto a Jorge Agüero cumplía labores de transporte y monitoreo.
“Un hombre que sinceramente no merecía esta muerte, de verdad no me puedo explicar, cómo es posible que hace horas estuve con él trabajando y ahora me toca verlo en ese carro.
Es muy injusto, pero es importante decir lo valioso que fue su trabajo en todos estos años, siempre tan especial y colaborador.
Dicen que ningún muerto es malo, pero en este caso la frase calza a la perfección con mi hermano Héctor”, declaró Agüero a DIARIO EXTRA.
FAMILIA A LA DERIVA
El Periódico de Más Venta en Costa Rica supo que Carranza deja 3 hijos: un niño de 8 años, una niña de 3 meses y otra de 4 años, con quienes vivió en compañía de su esposa en el centro de Cartago.
En cuanto a su ocupación, el oficial se ganaba una extra vendiendo instrumentos y adornos formales para los uniformes de todos los oficiales de la Fuerza Pública del país, incluso ayer en la mañana, antes del accidente, se presentó a la Escuela de Policías para saludar a sus compañeros, y después se iría a la delegación de barrio El Socorro a dejar un encargo de nombres para los uniformados de esa caseta policial.
