Tremendo desfile folclórico armaron ayer los santacruceños al participar en la tradicional entrega de la barrera, que confirma el inicio de la fiesta en el cantón guanacasteco.
Miembros de la Comisión de Fiestas y autoridades municipales recibieron formalmente la barrera, ubicada en el campo ferial y con un aforo de 3 mil personas sentadas sin ningún problema.
De acuerdo con Crescencio Gutiérrez, miembro de la Comisión de Fiestas, se invirtieron ¢200 millones para mejorar el el campo ferial y darles mayor comodidad y seguridad a los asistentes.
Henry Villafuerte, uno de los tabladeros que participaron en la construcción de la barrera, le dijo a DIARIO EXTRA que los tablados están hechos de teca, espavel y mango, mientras que las cerchas son de roble y espavel.
El tablado está debidamente demarcado para que la gente sepa por dónde subir y bajar. Además hay una entrada exclusiva para el ingreso de personas con alguna discapacidad.
LEGADO CULTURAL
La entrega formal de la barrera tiene un especial significado para el pueblo de Santa Cruz porque según el investigador Carlos Acuña, las montaderas nacieron en las haciendas, donde se reunían los ganaderos para contar sus reses y probaban la bravura de su ganado, lo que se convertía en un espectáculo que se conoce como montas rústicas.
La costumbre de recibir la barrera por parte de quienes la construyeron data de hace 10 años, según el estudioso de las costumbres guanacastecas Carlos Augusto Acuña, quien además es el director del taller de danza folclórica Nahualt.
Sumado a la entrega de la barrera está la serenata que se le dio al Santo Cristo de Esquipulas, quien entró triunfante a Santa Cruz, donde es acompañado por danzas representadas por los indios promesanos, originarios de Santa Cruz, según afirma Acuña, quien informó que hoy las marimbas toman las principales calles del cantón para confirmar que la fiesta arrancó.
