Marco López, goleador de Borussia, fue premiado con el título luego de pasarla mal tiempo atrás. Tres hernias de disco lo sacaron de las canchas. Fueron dos años con un dolor insoportable que le impedía hasta levantarse de la cama.
Con reposo y tratamiento pudo regresar a la competencia para convertirse en la figura de la final del fútbol sala ante Barrio Peralta-Herediano.
“Gracias a Dios pude aportar con los goles, le agradezco mucho a Dios, para eso trabajamos. Hace cuatro años tuve una lesión muy grave que me alejó por dos años de las canchas y hace dos años volví, desde entonces no me he perdido un partido con Borussia. Me siento muy orgullo de ayudar al equipo en un partido tan complicado”, dijo el jugador de 25 años, estudiante de educación física.
“Le dedico el título primeramente a Dios y segundo a mi familia, y a esta institución, de la que uno recibe tanto apoyo. Hace un mes en Guatemala perdimos la final, en mi caso no me entraron los goles pero Dios tenía algo especial para mí y este título es algo increíble”, añadió López, quien recuerda con amargura cómo las hernias lo vencieron por 24 meses.
“Tengo tres hernias de disco en la espalda, me alejaron bastante rato. No me operé pero pasaba muy mal, había meses que no me podía parar de la cama y gracias a Dios hoy estoy aquí y no me cambio por nadie, me siento el ser humano más feliz del universo”, finalizó.
