MADRID. – El Real Madrid firmó una cómoda goleada en su estreno europeo, que calma la ansiedad de su crisis de resultados tras vapulear a un endeble Basilea (5-1) en un nuevo juicio al portero Iker Casillas.
El de ayer prometía ser un partido tranquilo para Iker Casillas: rival fácil del que se presuponía poco peligro y la vuelta a una competición de la que los merengues son actuales campeones. Pero como sucediera el pasado sábado ante el Atlético de Madrid, los silbidos estuvieron muy presentes en la grada del Santiago Bernabéu. Y el destinatario no era otro que Iker Casillas, el Santo para unos, el topo en el vestuario para otros. El hombre designado por Ancelloti para defender la meta blanca en Liga y Champions. El jugador que levantó la décima Copa de Europa en Lisboa hace cuatro meses.
Pero poco margen tuvo el actual capitán madridista. Sus detractores se hicieron notar ya en el saludo de capitanes previo al comienzo del encuentro. Lo mismo sucedió en el primer balón que tocó, y eso que solo era un balón atrás de la defensa para que de un zapatazo buscara posiciones intermedias del campo. Y en el segundo, cuando el marcador ya estaba a favor. Los primeros aplausos llegaron en el tercer balón que tocó, justo después del alzamiento de pitos, y desde ahí el estadio se convirtió en un plebiscito entre defensores y detractores del capitán.
Las reprimendas se impusieron cuando en el minuto 38 Derlis González hacía el gol del honor para los suizos, aprovechando que el combinado merengue aún celebraba su cuarto tanto, y que la defensa estaba descolocada. Tras su cabalgada el balón fue al segundo palo y Casillas aunque se estiró, no llegó.
Sin embargo, en el minuto 66 volvió a demostrar que aún destila calidad cuando salvó el segundo tanto visitante en un nuevo lanzamiento de González a bocajarro. Soltó sus brazos y con su izquierda repelió el balón. La mala situación que atraviesa a nivel personal y profesional se mostró en el fuerte abrazo con el que le recompensaron parte de sus compañeros. La grada también respondió con cánticos destinados a su persona.
Sin embargo, Casillas no muestra la alegría de antaño. Cariacontecido en muchas ocasiones, no está cómodo en la puerta blanca. Es objeto de la ira de una fracción de la afición blanca desde hace tiempo, y a cada partido crece. No da la seguridad de antes bajo los palos y sus intervenciones ‘divinas’ cada vez son menos frecuentes. Se vuelve a hablar de su debilidad en los balones aéreos, y la defensa ya no le obedece como tiempo atrás. Y esta situación incómoda podría estallar en cualquier momento, aunque no se vea desde fuera.
Y todo esto lo contempla Keylor Navas, estoicamente desde el banquillo. Fichó en verano tras ser el mejor portero de la Copa del Mundo de Brasil, y con su llegada se esperaba que presionara a Casillas en los entrenamientos para que recuperara su mejor nivel. Pero esto no llega. Espera su oportunidad. Por el momento tiene confirmada su participación en la Copa del Rey, pero visto lo visto, con el descontento de una parte importante de la afición, que corroboran diversas encuestas, sin el respaldo de varios directivos y con las dudas surgidas en su entrenador el año pasado, el relevo a la portería blanca podría llegar antes de lo esperado.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: CARLOS OLMO GALÁN ENVIADO ESPECIAL
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Miércoles 17 Septiembre, 2014
HORA: 12:00 AM
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