El técnico Marvin Solano fue destituido ayer en el Municipal de Pérez Zeledón, donde no le perdonaron un inicio en el que dejó varios puntos en el camino.
“Ellos (la directiva) querían buenos resultados y que el equipo jugara mejor, pero yo necesitaba más tiempo, en los últimos cuatro partidos sacamos 4 puntos, lo que equivale a empatarlos todos.
Nosotros teníamos dos juegos menos, había que ganarle a Limón y al Uruguay”, manifestó Solano, quien agregó: “En Pérez Zeledón cambian de técnico por costumbre”.
La gota que derramó el vaso fue la derrota ante el AS Puma, ya que después, el domingo, el cuadro generaleño estuvo a punto de vencer al Santos en Guápiles, pero cedió el empate a 2 en los instantes finales.
“Pensé que el equipo tenía el potencial, no era exactamente que yo estuviera haciendo un proceso, pero sí ocupaba tiempo, ya que al equipo se incorporaron 12 jugadores nuevos”, explicó.
El estratega dijo que se marcha con la frente en alto, pues “sé que hice un trabajo muy profesional, el equipo mostró disciplina tanto dentro como fuera de la cancha. Me voy tranquilo porque sé que con tiempo hubiera cambiado todo.
En esto no hay magia. Giacone en la UCR tuvo ocho partidos seguidos sin ganar y hoy es el líder del Invierno, sin embargo le agradezco a Gilberth Fernández por llevarme, ahora me dedicaré a algunos proyectos personales”.
“Me cesaron después del mejor partido, ahora vienen cuatro juegos en casa y creo que Víctor Abelenda puede cosechar algunos frutos”, añadió.
Solano espera publicar un libro sobre su vida después del infarto que sufrió tiempo atrás. Sus expectativas son que la publicación esté lista en un mes. “También se habla allí algo de fútbol”, puntualizó.
“Ese libro es preventivo para otra gente porque allí yo digo qué hice y qué dejé de hacer para que me diera el infarto, y cómo hice después de eso para aún con eso sacar campeón al Herediano”, detalló.
Tras la salida del timonel, su asistente, el uruguayo Víctor Abelenda, quedó al frente de los Guerreros del Sur.
